La destrucción de Alepo La destrucción de Alepo  (AFP or licensors)

Siria: La Iglesia de Alepo permanecerá junto a sus fieles

Caritas y la Custodia de Tierra Santa siguen comprometidas con la población, especialmente los más pobres, afectados por el conflicto en curso. Fray Bahjat Karakach: "Nadie tocará a los cristianos, pero en cuanto a las celebraciones navideñas no sabemos qué pasará". Davide Chiarot, de Cáritas local: "No hay dinero en efectivo, no hay medicinas ni leche en polvo para los niños".

Francesca Sabatinelli y Cecilia Seppia – Ciudad del Vaticano

La libertad de culto y de expresión de la fe cristiana en Siria no está en peligro, las celebraciones litúrgicas continúan como hasta ahora, nada ha cambiado por ahora. Fray Bahjat Karakach, delegado de la Custodia de Tierra Santa en Siria y Superior de los Frailes Franciscanos, habla desde Alepo del clima que viven actualmente los fieles del país sumido en una nueva guerra civil. “Nadie nos ha molestado por ahora – explica el religioso – incluso hemos recibido mensajes tranquilizadores de que nadie tocará a la comunidad cristiana”. Lo que no se sabe es qué puede pasar de aquí a Navidad y, por tanto, qué pasará con las celebraciones, habrá oraciones, se celebrará misa, pero "para los demás eventos de la festividad no se puede predecir, no sabemos saber lo que será".

La Iglesia junto a sus fieles

El franciscano habla del compromiso de la Iglesia con sus fieles. “Lo más importante que la Iglesia debe hacer y está haciendo – explica – es asegurar a los fieles que sus pastores no abandonen la ciudad, que permanecerán cerca de su rebaño, o más bien de los que se han quedado, porque muchos han huido, ante un escenario de guerra y violencia. Los que se quedan aquí viven con miedo de lo que sucede y de lo que aún podría suceder".

Por tanto, la Iglesia, continuando con las celebraciones y con su acción, envía un mensaje de tranquilidad: "Que la vida debe continuar, que no entremos en pánico, que debemos quedarnos aquí para rezar, para esperar, para hacer el bien", cómo llevar ayuda a los que eran más pobres y hoy "se han vuelto muy pobres", con la distribución de pan y comidas. “El comedor social sigue funcionando y alimenta a más de mil personas al día”. Sin embargo, los propios frailes tienen en cuenta lo que ofrece el mercado: algunos alimentos escasean, la mayoría de las tiendas permanecen cerradas, el valor de la libra siria se ha desplomado y la población "está desorientada, porque la vida está cambiando", con el aumento las necesidades, por un lado, y la falta de bienes disponibles, por el otro.

Miedo a la violencia sin fin

En Alepo, Cáritas sigue constantemente la situación de las necesidades más urgentes, pero se enfrenta a la falta de dinero. “Han bloqueado oficinas y bancos – explica Davide Chiarot, de Cáritas Alepo –, por lo que es complicado poder acceder a liquidez para las compras. Actualmente, hay alimentos disponibles, algunas tiendas están cerradas, pero otras funcionan, aunque los precios están subiendo rápidamente". Sin embargo, persiste la imposibilidad de tener dinero en efectivo para las necesidades básicas, además los medicamentos son cada vez más escasos, hay quienes no pueden conseguir leche en polvo para los niños y hay mucha preocupación por la evolución y lo que sucederá debido a la Presencia de rebeldes yihadistas en la ciudad. “Vivimos en la incertidumbre y con el miedo de hundirnos en una violencia interminable – concluye el padre Bahjat Karakach – nadie puede hacer predicciones, pero sin duda es el momento en el que la comunidad internacional debe ayudar al pueblo sirio a encontrar una solución política a este conflicto”.

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09 diciembre 2024, 13:41