Cercanía del Papa con Nicaragua y alto el fuego en todos los frentes de guerra
Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
Después de rezar la oración mariana del ángelus de este II Domingo de Adviento, solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, el Papa Francisco hizo un fuerte llamamiento a los Gobernantes y a la Comunidad Internacional “para que podamos llegar a la celebración de la Navidad con un alto el fuego en todos los frentes de guerra”. Asimismo, el Pontífice manifestó su cercanía con el pueblo nicaragüense.
Busquen siempre el camino del diálogo respetuoso y constructivo
En esta solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, el Santo Padre manifestó su particular cercanía con el pueblo nicaragüense. A los fieles y peregrinos que se dieron cita en la Plaza de San Pedro el Pontífice los invitó a unirse en oración por la Iglesia y el pueblo de Nicaragua, que celebran a la Purísima, como Madre y Patrona, y elevan a Ella un grito de fe y esperanza.
“Que la Madre celestial sea para ellos consuelo en las dificultades e incertidumbres, y abra los corazones de todos, para que se busque siempre el camino del diálogo respetuoso y constructivo para promover la paz, la fraternidad y la armonía en el país”.
Alto el fuego para la celebración de la Navidad
Asimismo, el Papa Francisco indicó que, seguimos rezando por la paz, en la atormentada Ucrania, en Medio Oriente, Palestina, Israel, Líbano, ahora en Siria, en Myanmar, Sudán y en todos los lugares donde se sufre a causa de la guerra y la violencia.
“Hago un llamamiento a los Gobernantes y a la comunidad internacional para que podamos llegar a la celebración de Navidad con un alto el fuego en todos los frentes de guerra”.
El llamamiento por los condenados a muerte en EE.UU.
El Papa Francisco luego se dirigió a quienes en Estados Unidos pueden cambiar el destino de todos los que esperan ser ejecutados en el corredor de la muerte en las cárceles del país:
“Rezamos para que la pena sea conmutada, modificada. Pensemos en estos hermanos nuestros y pidamos al Señor la gracia de salvarlos de la muerte”.
Y finalmente, el Santo Padre expresó su solidaridad con los trabajadores de las localidades italianas de Siena, Fabriano y Ascoli Piceno "que defienden solidariamente el derecho al trabajo, que es un derecho a la dignidad".
“Que no le quiten el puesto de trabajo por motivos económicos o financieros”.
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